¿Dónde comenzó todo?
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:18-20). La palabra griega μαθητής (mathetes—discípulo, estudiante) aparece entre 260-296 veces en la Escritura, dependiendo de la versión de la Biblia que usted lea. Sólo aparece en los Evangelios y en el libro de los Hechos.1 Sin embargo, la relación de siervo y maestro es algo que vemos a través de toda la Escritura.
¿Por qué la palabra discípulo que se usa tantas veces en la Escritura sólo aparece en el Nuevo Testamento? El Antiguo Testamento narra la caída del hombre y la lucha de la humanidad por volver a una relación con Dios. Este testamento profetiza la promesa de Aquel que nos restauraría a esa relación. Los Evangelios narran el nacimiento de esa promesa, Su vida, muerte y resurrección. Mateo, Marcos, Lucas y Juan fueron testigos de la vida y el ministerio de Jesús. “…lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida” (1 Juan 1:1). El libro de los Hechos comparte el cumplimiento del mandato que Jesús les dio a Sus discípulos de ir y hacer discípulos. Los hechos de los apóstoles y la obra del Espíritu Santo en la iglesia primitiva señalan que “añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47).
Por medio del discipulado, los discípulos de Jesús creyeron que Él era el Salvador prometido para el mundo. En Juan 17, la oración que hizo Jesús a Su Padre nos permite ver lo que Sus seguidores creyeron y lo que harían después de Su partida. Ellos creyeron estas palabras: “Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste” (Juan 17:7, 8). Luego ellos debían [cumplir esta tarea]: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos” (Juan 17:20).
Además de la orden que les dio de “ir y hacer discípulos”, Él también les dijo: “quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:49). Desde el día de Pentecostés, los apóstoles comenzaron a predicar y enseñar (evangelizar y discipular) sobre el Mesías prometido, Jesús de Nazaret.
El Espíritu Santo los bautizó con un nuevo poder para ser testigos y hacer discípulos.
Un modelo bíblico de discipulado
Hechos 2:42-46 revela los frutos de Pentecostés. El Espíritu Santo produjo un método de crecimiento en la vida de los nuevos creyentes por medio de su devoción a las enseñanzas de los apóstoles, el compañerismo, el partimiento del pan y la oración. Ellos vieron muchas maravillas y señales que hicieron los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común. Vendían sus propiedades y posesiones para repartir a todo el que tuviera necesidad. Se reunían a diario en los atrios del templo. Partían el pan en sus hogares y comían juntos con sencillez y alegría de corazón.
Los “hechos” de la iglesia primitiva están dentro de estos cinco principios de discipulado: (1) La enseñanza de la Palabra de Dios (aprendizaje); (2) El compañerismo entre los creyentes (relación con la humanidad); (3) Servir a la humanidad (amar a Dios a través del servicio); (4) Adorar a Dios (reconocer Su carácter y hechos); y (5) La oración (relación con Dios a través de la comunicación). La mayoría de los modelos actuales de discipulado contienen estos principios en alguna forma.
Modelos actuales de discipulado
Hoy en día existen distintos modelos para discipular tanto a los nuevos creyentes como a los más maduros. El discipulado debe ser una búsqueda de por vida para todo seguidor de Jesús. Todo líder debe escoger un modelo de discipulado con la eternidad en mente. A continuación, algunos modelos actuales que se están usando en el reino de Dios hoy en día:
IMB (siglas en inglés para Junta de Misiones Internacionales) —En el modelo IMB, el discipulado ocurre a través de la mentoría de persona a persona o en grupo pequeño en el contexto de una iglesia local. La organización ayuda a la iglesia local a crear actividades diseñadas para desarrollar o profundizar hábitos de obediencia en la vida cristiana. Los discípulos navegan por todo el Nuevo Testamento y aprenden a ver la vida a la luz del Evangelio. La Junta de Misiones Internacionales establece ocho categorías de discipulado.
Ser un discípulo: Ser un discípulo incluye la santidad personal, vivir de forma agradable a Dios, permanecer en Cristo, desarrollar un carácter piadoso, demostrar los frutos del Espíritu y usar los dones espirituales para edificar a otros Disciplinas espirituales: Las disciplinas espirituales nos ayudan a enfocarnos hacia arriba, hacia fuera y hacia adentro e incluyen la oración, la lectura y el estudio de la Biblia, la confesión de los pecados los unos a los otros; el arrepentimiento regular, etc.
Relaciones saludables: Las relaciones saludables incluyen vivir una vida sabia, amorosa y piadosa dentro de nuestra familia, iglesia, trabajo y mundo. Los pasajes que hablan de los “unos a los otros” en el Nuevo Testamento instruyen a cómo relacionarse con otros de una manera que le agrada a Dios.
Hacer discípulos: El hacer discípulos incluye ser un discípulo fiel uno mismo y practicar la evangelización (anunciar las buenas nuevas del Evangelio), el discipulado (buscar intencionalmente el bien espiritual de otro), y modelar, enseñar, entrenar, amar, escuchar y motivar a los discípulos a hacer más discípulos
Enseñar/explicar la Palabra con sencillez: Explicar la Palabra consiste en entender y explicar la gran historia y las enseñanzas clave del Nuevo Testamento. El modelo IBM comparte un enfoque sencillo que enfatiza la transformación, al igual que le imparte conocimiento al creyente.
El rol de la iglesia local: El rol de la iglesia local en ser y hacer discípulos incluye entender lo que hace una iglesia saludable y lo que dicen las Escrituras acerca de la vida y la práctica en cada contexto.
Todos los pueblos: Insta a los discípulos en crecimiento a crear conciencia de las naciones y procurar hacer discípulos de todos los pueblos.
Discipulado profundo (currículo para el Ministerio de Jóvenes) —El Ministerio LeaderTreks ha creado una nueva estrategia llamada: Discipulado profundo. Éste se enfoca en ocho raíces del discipulado encontrado en las Escrituras.
RESCATE: ¿Cuál es el plan principal de Dios para la salvación?
CONOCIMIENTO: ¿Quién es este Dios a quien servimos?
REINO: ¿Cómo es la vida del discipulado?
ALCANCE: ¿Cuál es el propósito de Dios para nosotros como discípulos?
APOLOGÉTICA: ¿Cómo los discípulos comunican la verdad bíblica en un mundo que odia a Dios?
ADORACIÓN: ¿Cómo los discípulos interactúan con Dios una vez comiencen a seguirlo?
COMUNIDAD: ¿Qué significa ser parte de la familia de Dios?
IDENTIDAD: En el nivel más básico, ¿quiénes somos como seres humanos, hijos de Dios y discípulos de Cristo?
La Coalición por el Evangelio —Este ministerio creado por Mark Denver, pastor principal de la iglesia Capitol Hill Baptist en Washington, DC, comparte cuatro pasos para lograr el discipulado de por vida.
ENSEÑAR: En esencia, el discipulado es enseñanza. Enseñamos con palabras. Enseñamos lo que Jesús les enseñó a Sus discípulos y todas las palabras de la Biblia.
CORREGIR: En ocasiones el discipulado requiere que otros sean advertidos sobre las decisiones que planifican tomar. La gente crece cuando se les enseña las verdades esenciales, y también cuando se corrigen sus errores particulares.
MODELAR: En última instancia, el discipulado consiste en vivir toda la vida cristiana de manera íntegra ante los demás. Jesús es el máximo ejemplo (1 Pedro 2:21).
AMOR: El discipulado es una forma de amor mutuo. Sí, la relación de maestro-estudiante es valiosa, pero también debe haber amor mutuo entre los pares.
¿Y usted qué?
Estos son sólo algunos de los modelos actuales que se están utilizando hoy en el reino de Dios. ¿Qué método de discipulado está usted usando? Haga un inventario de su vida personal y ministerio. Pastor, líder, ¿tiene un plan para discipular a quienes Dios ha puesto bajo su cuidado? ¿Y qué de usted como individuo? ¿Ha conducido a alguien a Jesús pero lo ha abandonado para que encuentre su camino solo o viaja con él/ella para mostrarle el camino? Recuerde al eunuco etíope mencionado en Hechos 8:29-31, “Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él”.
El discipulado es necesario. Discipular es amar. El discipulado es eterno.
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Autor: Kirk Rising